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El hibisco, como saben los expertos, consiste en el cáliz del hibisco y el cáliz externo. Se cosechan durante la época de los frutos y luego se dejan secar. Después de la floración, los cálices carnosos y ligeramente quebradizos y secos ya han adquirido su típico color rojo. El hibisco, también llamado malva, se cultiva principalmente en Sudán, Egipto, China, México y Tailandia. La infusión de la flor de hibisco se puede tomar pura o en forma de una mezcla de té de frutas y es completamente refrescante..
Estas flores son una parte importante de los tés de frutas y dan una infusión fresca y ácida. El hibisco nigeriano que ofrecemos tiene una acidez concisa y un fuerte color rojo en la taza. Dependiendo del país de origen, el color y la acidez varían. Por lo tanto, con las mezclas de té de frutas se puede determinar el grado de acidez y/o color probando diferentes cantidades y calidades de flores de hibisco. Para aquellos que tienen mucha sed, recomendamos un té de hibiscus recién hecho y fresco..
Esta planta que regresa anualmente con sus hojas verdes necesita suficiente calor y, sobre todo, un suelo rico. A finales del verano el hinojo alcanza su punto álgido de desarrollo y forma las primeras semillas, que se cosechan como semilla de hinojo. Su sabor es similar al del anís, y las semillas de hinojo se utilizan de muchas maneras diferentes..
En todo el mundo hay alrededor de 150 tipos diferentes de té de montaña o como también se le conoce Sideritis, la mayoría de los cuales se encuentran en la región mediterránea. La mayoría de las plantas de Sideritis Syriaca crecen en estado silvestre y sólo se cultivan algunas variedades. E l té griego de montaña es rico en aceites esenciales y sus flores, tallos y hojas liberan el aroma de hierbas frescas con un toque de limón cuando se infusiona. El sabor es afrutado, ácido con una nota ligeramente especiado, terroso y se disfruta tanto caliente como frío endulzado con un poco de azúcar o miel..
El té de la montaña griega tradicionalmente fue bebido por los pastores griegos después del trabajo, para terminar el día de manera relajada. Nuestras panículas enteras de alta calidad de Sideritis Scardica, son cultivadas en el norte de Grecia, en las montañas Rodopi a una altitud de casi 1000 m, por agricultores de pequeñas granjas orgánicas. El sabor excepcionalmente suave y fresco de esta joya, se despliega en la taza.
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